28/8/08

...De algo estoy seguro. No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla en ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. Es como si solo a él le hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Ningún hombre podrá ver nunca lo que yo he visto...

(Federico Moccia, Tres metros sobre el cielo)


No hay comentarios: