4/8/08

MAÑANA

Sin confesárselo el uno al otro, conectaban sus destinos, su futuro (su amor, su locura, su esperanza, su júbilo infinito) al de la araña. La buscaban todas las noches(con pánico creciente al ir pasando el tiempo) para ver si había sobrevivido aquel día. Les angustiaba su debilidad. Su pequeñez. Si su camuflaje era el apropiado. Su orgullo aparentemente autodestructivo. Llegaron a estimar su gusto ecléctico. Su dignidad desgarbada.
La eligieron porque sabían que tenían que depositar su fe en la fragilidad. Aferrarse a la pequeñez. Cada vez que se despedían sólo se arrancaban una promesa pequeña.
-¿Mañana?
-Mañana
Sabían que las cosas pueden cambiar en un solo día. Estaban en lo cierto.
(Arundhati Roy, El Dios de las pequeñas cosas/The God of small things)

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