23/9/08

LAS CAMPANAS

Las campanas de la iglesia no sólo me despertaron por la mañana, sino también a la una, las dos, las tres, etcétera. Las primeras veces era placentero, oírlas y volverte a dormir, pero a partir de las cuatro empecé a preguntarme por qué no prohibirían semejante crueldad.

(Lorenzo Silva, El alquimista impaciente)


1 comentario:

Jota dijo...

En Valencia, una de las ciudades (si no la que más) con mayor contaminación acústica de Europa, todos los vecinos del casco antiguo se quejan del jaleo de la muchachada los fines de semana, pero no del volteo general de campanas a horas intempestivas en las fechas señaladas del santoral.
Eso, sin contar los petardos y los castillos de fuegos artificiales de madrugada incluso en días laborables...